Y que se hace la noche, y que me despierto después de haberme acurrucado cómo todos los días en brazos de baby K., normalmente no me hubiera puesto en pie de no haber sido por que quedé de llevar comida para la oficina con mi best X. Había ya comenzado con la preparación hacía unas horas pero aparte de picar todo no había hecho nada más. Así que me dispuse a poner los cubitos de pechuga de pollo en el micro con caldo para cocerlos.
¿Porqué en el microondas y no sobre la estufa? Por una simple y sencilla razón, no sé dónde está la llave de paso del gas de la estufa. Sí estaba cerrada y a petición mía porque la estufa del nuevo depa es sumamente viejita y es de pilotos que hay que mantener encendidos todo el tiempo. Así que le dije a mi mamá que cerrara la llave para no tener prendidos los pilotos todo el tiempo (desperdicio de gas, además de peligroso). Entonces después de una búsqueda (no tan ardua) claudiqué mis intentos por cocinar el pollo sobre la estufa y como la receta solo requiere los cubos de pollo cocidos pues (gracias modernidad – y no!) por el microondas.
A la mitad del tiempo de cocción, se escucha y ve, que se bota el switch del máster de la casa. Edificios viejos, gran conmoción… me asomó y si efectivamente somos el único departamento sin luz eléctrica. Hago el intento de bajar y volver a subir el switch… y nada. ¡A las 12.30 am.! ¿Cómo supones Dios que voy a encontrar un desarmador y algo para alumbrar y ver qué carazos está pasando con los fusibles?
Oscuridad Total. La punta de un cuchillo iba a ser mi respuesta pero no! Los tornillos están casi pegados porque recién pintaron. ¿…Y ahora ?
¡Ash! Y más ¡ash! En condiciones normales nada de esto hubiera significado más que un pequeño contratiempo para mí, pero hoy no.
Entonces, Dios me iluminó: Necesito (sí, dije necesito) un hombre.
No solamente para éstos menesteres azarosos de pequeños desperfectos caseros, ni para encontrar la llave de paso del gas. Porque estoy segura de que un macho común no claudicaría (sólo por su mera innata terquedad de encontrar y/o arreglar las cosas) en el intento de regresar la electricidad, o hallar la dichosa llave de gas. (Entre… otras cosas!!!) No, si no porque de pronto me sentí sola, frustrada y con una necesidad enorme de ser protegida del mundo (con todo y sus accidentes domésticos de primer grado).
Y no lo tengo. Finalmente dejé de llorar como niñita y me resigné a dormir. Pensando en el frío en que todo sería distinto. Al día siguiente y con la luz del día terminé la receta.
Terminé de cocinar el pollo sobre la estufa (ya sé dónde está la llave de gas) y mezclé todo, apio picado, manzanas, cebolla, el pollo, yogurt natural y sazonado todo con curry, pimienta, sal y una pizca de azúcar. Se sirve fría de preferencia, sobre un pan árabe y acompañado de mezclas de brotes o lechugas de colores.
Crap!!!
Nota al pie: me falta hace un resumen de todo el cine que he visto últimamente, pero ya no me queda como mucho espacio para escribir después de este post quejoso largo así que me queda enlistarlas: Julie & Julia (two thumbs up!) fantástica Meryl Streep, Los abrazos rotos, sólo para parejas. Al menos en la última semana.
La receta la saqué de aquí: (la imagen también) http://www.womansday.com/Recipes/Curry-Chicken-Salad sólo que yo no le pusé mayonesa (a la X no le gusta y no queremos jugar con los sentimientos-culinarios de una BF embarazada) usé más yogurt natural y le añadí cebolla y apio picado para darle más crunch-osidad.
Actualización: después de batallar enormemente con blogger no me dejó hacer la corrección de una letra en el segundo párrafo que me comí (l)os cubitos... intentos mil. Sorry
