sábado, 13 de diciembre de 2008

¿Instinto Maternal?


Nota: Tenía ya varias semanas guardando este post en el tintero... no estaba segura si debía al final publicarlo o no, pero ya después caí en cuenta de que nadie me lee, y que es preferible que el escrito acabara aquí que entre todos los archivos perdidos de word que acaban siendo nada más que 23 kbs de la memoria de mi lap... helo aquí:



Pues resulta que a últimas fechas, entre mi shrink, una anécdota al observar a mi hija y las pláticas sociales de mamás, me puse a analizar un poco más a fondo, sobre lo que para mí implica la maternidad.

Muchos no saben, que para mí la maternidad fue sin duda algo no del todo precisamente planeado. Y pese a qué vivimos en una época dónde ya no hay pretextos para que las mujeres con un grado educativo y un status social cómo el mío, salgamos con algo cómo “no me quedaba de otra”… bueno la verdad este no es el post, ni el lugar para tratar ese tipo de cuestiones. Bastaba solo con hacer ese pequeño énfasis en lo ligeramente impetuoso del asunto. Al final fue mi decisión convertirme en mamá y lo demás resulta circunstancial.

Finalmente aquí estoy… a dos años y nueve meses del día en que me convertí “oficialmente” en mamá. Las comillas pues en mi opinión personal una mamá lo es desde el momento de la concepción, ¡Y vaya que si no! Díganmelo los mareos y las náuseas son BIEN reales… pero ahí estoy otra vez divagando y pues no queremos entrar en controversias. Recuerdo ese día (o más bien madrugada) aunque no tan vívidamente como quisiera, ya que por más que me lo reiteré a mi misma en los momentos previos (debo recordar este momento siempre), mi memoria no es TAN fotográfica.

El momento “oficial” fue cuando nació mi hija, aunque bueno uno tuvo casi nueve meses (36.5 semanas de las 40 de gestación en mi caso… en español común 40 semanas = 9 meses) para hacerse a la idea de que vas a ser madre, (gulp! Perdón pero si hay que pasar saliva para decir eso) y no es que el instinto no nazca, o no lo traigamos grabado ya en el ADN, si no más bien que ser madre implica muchas palabras que de primera instancia pueden sonar un poco agresivas cómo por ejemplo…

RESPONSABILIDAD
EDUCACION
PACIENCIA

Tres cosas con las que definitivamente no se nace. Tres virtudes que hay que cultivar día a día. Tres cosas que yo no tenía ni idea que podía llegar a ser hasta hace 2 años nueve meses.




Y es que digo, en mi caso particular no es que yo nunca supiera que eso implicaba convertirse en mamá, pero digamos que bueno desde que tomé la decisión de tenerla a la fecha de parto tuve tiempo suficiente para “masticar la idea”, no así tragarme todo el cuentito…

¿A qué iba todo esto? Ah claro, estaba tratando de recordar también que el otro día, mientras yo preparaba (siiii era sábado de hotcakes) el desayuno, Gusi iba y venía con sus juguetes de la recámara.

Y pues mi Gusi cómo buena niña consentida, tiene de todo, muñecos, muñequitos, muñecotes, osos de peluche (bueno no, más bien el zoológico completo), trastecitos, trastezotes, labiales, tubos, aditamentos de cocina, artículos de tocador, pulseritas, bolsas, bueno para qué le sigo? Ya saben?…

Entonces ella muy contenta (y que además ahorita está en la etapa –que la neta no sé nada de psicología infantil pero a mí me suena a que así se debería de llamar- espejo, porque hace todo lo que uno hace, repite todo lo que uno dice, sí, sí el último punto es de suma delicadeza… especialmente si los peques van a Maternal ¬¬) jugaba en la sala a alimentar a “Santiago” (así se llama uno de sus bebés y no me pregunten porqué…) y muy linda ella le estaba preparando… sí adivinaron! “Choqueis” (hotcakes en idioma Gusiniano) entonces zas!

De esos momentos cuando aplicas, la del veinte o el cubetazo de agua fría. Pensé ¿Y a ésta quién le enseñó a ser mamá? No es que en el Mater separen a las niñas de los niños y las maestras se pongan a enseñarles a las niñas que deben cocinar, y darle de comer a sus “Santiagos”… Eso es instinto, o no?

Digo, a mí nadie (y porque mi madre fue profesionista y no ama de casa) me dijo cómo ser mamá y sin embargo, y aunque claro tampoco me jacto de ser una madre modelo (tengo mis cosillas), si sé que hay que ser congruentes con los peques, que necesitan de mucho o más bien chingos de amor y cariño y… al último pero no por ser la menos importante de PACIENCIA.

Y bien, también recuerdo que cuando era peque también jugaba a ser mamá de mis bebés, no santiagos tenían otros nombres que la verdad ya no recuerdo. Y les daba de comer… y a mí nadie me enseñó a hacer eso… Entonces, ese instinto ya vendrá instalado de fábrica en el SO de las mujeres? Ah más preguntas, muchas preguntas…

Sé que en mi caso, por ejemplo recuerdo todavía muchas cosas de mi infancia (Ting campanita! Gran ventaja de ser mamá joven)… cómo éstas y sé que todavía me faltan toneladas cúbicas de baldes de agua helada por caerme de la nada.




Bueno, básicamente divagué montones pero al menos si fue el escrito catártico que esperaba… y de pronto me llegan más preguntas para desarrollar después en otros posts-escritos de traumas existenciales de su servidora. (Tan solo por mencionar algunos: de cuando me di cuenta de que no soy la única mamá que ha pensado en aventar al peque por la ventana… o de cómo los berrinches taladran más que el sonido de una sirena de ambulancia en la espalda en pleno embotellamiento… o del maravilloso poder de convencimiento de los dulces) Bueno, y también TG no vivo en los US… si no ya estaría la Parental Agency en mi puerta ☹…

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